En la Nueva Normalidad se han generado modelos híbridos donde una parte del equipo está presencial en la oficina y otra parte está de forma remota. Se trata del modelo de trabajo híbrido.
El trabajo híbrido es una realidad que se vislumbra bastante permanente, por lo que los líderes de las organizaciones están haciendo frente a múltiples retos en lo que se refiere a:
- Alineación de equipos.
- Transmisión de cultura organizacional.
- Impulso de una cultura colaborativa.
- Fomento de la innovación colectiva.
La verdad es que los líderes, en particular los CIO, están realizando diferentes experimentos para ver qué les resulta más con sus equipos de trabajo, siempre con el foco puesto en alcanzar los objetivos de negocio en medio de un clima organizacional lo más armónico posible.
Vamos a detallar algunas estrategias que se han venido aplicando:
La flexibilidad es la clave
Una premisa que ha venido funcionando bastante bien es que cada equipo encuentre y adopte los esquemas que le funcionan. Es decir, no se toman directrices estrictas para todos los departamentos de una organización por igual sino que se entiende que cada grupo de colaboradores tiene sus particularidades; incluso dentro de una unidad de trabajo se pueden implementar diversos mecanismos y estilos.
Esto permite que la dinámica de trabajo esté hecha a la medida de las funciones y estilos de cada equipo, lo que garantiza mayor productividad, mayor aceptación y menores conflictos. Es así como se define de manera casi individualizada cuándo irá cada quién a la oficina.
El común denominador es que se hacen reuniones presenciales e individuales para analizar desempeño, conversar sobre objetivos y salarios. En cuanto a las reuniones de equipo, si superan las 4 horas de duración se hacen siempre presenciales porque nadie quiere estar todo ese tiempo pegado a una computadora.
Mejorar la experiencia de usuario
Hay un punto en común entre los asistentes a las reuniones que tienen parte del equipo presencial y otra virtual: todos se sienten incómodos.
Para evitar este ambiente, se conoce que hay empresas que están incorporando herramientas de video que asigna a cada asistente en una reunión su propio encuadre de cámara, de tal forma que todos aparecen en pantalla de la misma manera que los que están conectados virtualmente.
Otro aspecto en el que los líderes trabajan es en optimizar al máximo los tiempos de reuniones, para evitar al máximo sesiones largas y seguidas. Se fomenta cada vez la comunicación “asíncrona” por lo cual se están incorporando tecnologías y prácticas donde las personas envían mensajes en video a sus compañeros.
Establecer equipos más pequeños
Se ha evidenciado que los equipos más pequeños funcionan mejor para la escucha y la toma de decisiones. Aquí el rol del líder es garantizar que en la sala de reuniones estén efectivamente convocadas las personas que sí tienen que estar para tomar la decisión.
La necesidad de un mentor en vivo
El personal más joven dentro de las organizaciones hecha en falta la presencia de un tutor que le explique cómo hacer el trabajo, cómo engranarse e, incluso, cómo desempeñar sus funciones. Es este colaborador el que anhela y se organiza para ir presencialmente a la oficina más habitualmente.
En cambio el personal más veterano se siente más cómodo con la gestión por resultados, por lo que prefiere pasar la mayor cantidad del tiempo trabajando remoto.
Los líderes están manejando a ambos tipos de colaboradores, trabajando con especial énfasis en aquellos que necesitan ser guiados para así construir un legado.
Liderazgo intencional
Con la mayor implementación de la tecnología y más tiempo remoto, cada vez más se hace imprescindible que los líderes se enfoquen en establecer conexiones genuinas con y entre sus colaboradores.
Para ello hay sencillas estrategias, como por ejemplo cuando el CIO está en la oficina debe mantener su puerta siempre abierta y evitar agendar reuniones, de esta forma quien esté en la sede y desee conversarle, estará siempre disponible para atenderle.
En definitiva, mantener la mente abierta y trabajar en la flexibilidad es fundamental para que todas las organizaciones sigan encontrando su manera para implementar el modelo híbrido.