Cada vez son más los dispositivos en casa que están conectados a internet para facilitar la experiencia del usuario y, definitivamente, hacernos la vida más simple y efectiva.
¿Qué es el Internet de las cosas?
Una definición muy sencilla es definir el internet de las cosas (IoT Internet of Things por sus siglas en inglés) como una red de dispositivos, como por ejemplo electrodomésticos y máquinas, que están conectados a internet para el intercambio continuo de datos.
Por ejemplo, para que en nuestra casa el IoT funcione se necesitan:
- Una conexión de internet inalámbrica.
- Dispositivos que se conecten a la red, puede ser a través de la integración de chips y/o sensores.
- Cloud Computing, para unir la tecnología física con la digital.
Algunos casos de IoT
Una casa se convierte en un “hogar inteligente” mediante sistemas cotidianos que se gestionan de forma automática conectados con internet como si una persona los controlara:
- Bombillos LED que se encienden o apagan según la iluminación natural.
- Controladores de temperatura en aires acondicionados y calefacción según el clima.
- Smart watch que registran pulso para hacer una predicción del control de salud.
- Refrigeradores que constantemente se escanean para saber la condición de los alimentos, así como cuándo hay que hacer la compra y hasta la ordenan por internet.
- Asistentes como Siri, Alexa y Google Home que gestionan de forma integral nuestras casas.
El uso doméstico de la IoT es impresionante y el industrial no se queda atrás.
Hay sectores que cada vez más se aprovechan de esta tecnología para optimizar sus gestiones, por ejemplo para realizar:
- Control de almacenes y manejo de mercancía.
- Predicción de problemas y rondas de mantenimiento de maquinarias y también de equipos.
- Sensores de humedad en los campos para la siembra, recolección y riego de las cosechas de forma oportuna.
- Seguimiento de paquetes en la gestión de logística y transporte.
Hacia dónde va IoT
El internet de las cosas en los diferentes sectores de la economía implica grandes retos para los equipos de IT porque imagina la cantidad de dispositivos que están continuamente conectados a la red enviando y recibiendo información, procesándola en tiempo real por lo que la capacidad de la red tiene que ser robusta y rápida.
Otro desafío que tendremos que mirar, y es hacia dónde se dirige la IoT, es el tema de la seguridad. En los sectores empresariales hay que determinar qué tan abierta será la red y qué dispositivos podrán interconectarse para evitar la vulnerabilidad de la información.
Es evidente que la IoT es un negocio en sí mismo, por lo que en los próximos tiempos cada vez más dispositivos serán fabricados bajo el modelo de IoT, ya será de uso frecuente y masivo la ropa inteligente, calzado inteligente, vehículos y mucho más. De esta forma, daremos el salto a que más hogares sean inteligentes, viviremos en smart cities y trabajaremos en empresas totalmente inteligentes.