Desde principios del 2022 se ha planteado un regreso a lo presencial, las aulas vuelven a tener alumnos, hay fanáticos en los estadios, espectadores en los teatros y cada vez más empresas se enfrentan al dilema existencial: ¿volver totalmente, volver parcial o volverse digital?
El trabajo remoto salvó la productividad del mundo entre 2020 y 2021; sin embargo, el paso al esquema híbrido presenta retos particulares: directivos y empleados enfrentados sobre si merece o no la pena volver a la oficina, tener días oficiales de home office o, simplemente, cambiar el enfoque de trabajo hacia objetivos y horarios flexibles.
Esto obliga a los líderes de los negocios a ser creativos y empáticos para poder tomar una decisión que responda a las necesidades de la empresa, sin dejar de lado las solicitudes de los colaboradores y empleados. Para poder lograr esto, compartimos una serie de pasos que los ayudarán en un retorno feliz a la oficina:
- Comunicación efectiva
Continuamente deben enviarse mensajes explicando cuándo y cómo se hará el plan de regreso a las oficinas, anunciando avances y condiciones.
Hay que ser demasiado claro y preciso en los tiempos. Esto permitirá aliviar la carga mental asociada a la incertidumbre sobre cuándo deben incorporarse a la sede.
Estos mensajes también tienen que abrir la posibilidad que los colaboradores hagan preguntas y manifiesten sus sentimientos sobre el retorno.
- La productividad es personal
Hay que considerar que cada colaborador funciona mejor a “su modo”. Hay quien rinde más desde su casa y quién lo hace mejor en un ambiente de oficina agradable. La situación covid nos ha dado herramientas para poder combinar ambas modalidades.
Es cuestión de plantear horarios asincrónicos y siempre fomentar una cultura colaborativa más allá de lo presencial.
- Invitar a la innovación y a la personalización
El proyecto de regreso a la oficina no debe cargarse únicamente sobre los hombros exclusivos del líder, sino que es una excelente oportunidad para convocar voluntades y abrir espacios para fomentar la innovación.
- La flexibilidad debe ser una constante
Se deben tomar en cuenta los casos específicos de cada colaborador, los focos de contagio de enfermedades, y estar siempre dispuestos a regresar al esquema de trabajo remoto y, luego, implementar un plan gradual de lo presencial.
Si algo nos ha enseñado el 2020 es que la flexibilidad es la única vía de garantizar un trabajo híbrido eficiente.
- Compromiso con la evaluación y revisión
Periódicamente hay que establecer formas de comunicación y evaluación de la satisfacción y expectativas de los colaboradores, bien sea a través de una encuesta rápida o de una medición de clima organizacional.
El objetivo de esto será poder conocer cómo se están sintiendo, qué quieren mejorar o cambiar. De esta manera, los líderes podrán tomar medidas que respondan a la realidad de la organización y que apuntalen el cumplimiento de los objetivos.