Importantes ciudades del mundo están avanzando en la carrera por colgarse el adjetivo de Smart Cities, con el cual sellarán su ambición de ser espacios interconectados y vanguardistas con un alto estándar de calidad de vida que ofrecer a sus ciudadanos y a los visitantes.
Además de apuntar a una mayor calidad de vida, las ciudades inteligentes tiene como objetivo aumentar la competitividad económica y mayor sostenibilidad gracias a una visión ecológica.
¿Qué es una Smart City?
Una Smart City es ese espacio ciudadano que está totalmente interconectado que gestiona de forma automatizada distintos ámbitos de la vida propia de una ciudad:
- El transporte público y privado.
- La gestión de los servicios públicos.
- El uso eficiente de recursos, tales como el agua y la energía.
- El desenvolvimiento de la actividad económica, tanto comercial, como industrial y turística.
- El desempeño de la seguridad ciudadana.
- La gestión política-administrativa.
- El manejo de la cultura y recreación en diversos espacios.
A través de herramientas tecnológicas, las ciudades inteligentes detectan de forma anticipada o en tiempo real las necesidades de las personas que hacen vida en la ciudad, por lo que así se van transformando las interacciones entre el ciudadano y los distintos sistemas inteligentes.
De acuerdo al informe de la consultora Deloitte sobre las ‘smart cities’, hay varios modelos de ciudad inteligente que se pueden ir desarrollando de manera simultánea, por ejemplo algunas se centran primero en atender lo referente a la movilidad mientras que otras ciudades se enfocan en la gobernanza.
Algunas smart cities
Durante el 2020 se aceleraron varias gestiones en el andar de las Smart Cities al enfocarse, claro está, en el control del avance del Covid-19. Revisemos algunas ciudades inteligentes:
Barcelona, España:
En 2014 fue designada por la Comisión Europea como la Capital Europea de la Innovación o iCapital, título que ostenta con solvencia.
Algunos ejemplos de cómo Barcelona es una smart city son:
- Sistema de iluminación LED que es mucho más eficiente en materia de ahorro energético, lo que impacta considerablemente en su costo. Además tiene la capacidad de monitorear humedad, temperatura y ruido.
- Sistema de movilidad inteligente en el que destaca autobuses híbridos para disminuir el efecto de los gases, su movilidad sostenida y la implementación de paneles solares para las pantallas de monitoreo de tiempo.
- Contenedores inteligentes para la recolección de basura con lo que se conoce la cantidad de desechos que realmente se genera, se minimizan plagas y olores.
- Monitoreo de turismo en la zona de la Sagrada Familia para conocer procedencia, patrones de movilidad para ofrecer una mejor estadía.
Durante la pandemia, el Metro de Barcelona implementó un sistema para monitorear y controlar la ventilación para evitar la propagación del virus.
San Francisco, Estados Unidos:
Es la ciudad más inteligente de Norteamérica. Ha brillado por sus sistemas para mejorar la movilidad en la gran ciudad.
A través de SFPark muestra en tiempo real los sitios de aparcamiento disponibles, ofrecen nuevas formas de alquilar motos con Scoot además de divergentes iniciativas de carácter tecnológico.
Singapur:
Es una de las más tecnológicas y seguras del mundo, con la implementación de iniciativas que así lo ratifican.
A través de la tecnología han logrado predecir y prevenir la propagación de virus y de enfermedades infecciosas.
Hacia dónde vamos
Las ciudades que ya tienen parámetros de “inteligentes” continuarán avanzando en el camino de incorporar más y más iniciativas tecnológicas para mejorar la calidad de vida de todos, facilitar las gestiones de gobernanza, ser más eficientes en el manejo de los recursos, más sostenibles y con mayor espíritu ecológico.
En los meses venideros, gracias a la vorágine de la transformación digital, más ciudades avanzarán en el camino de convertirse en Smart Cities, dando primeros pasos en interconectividad, predicción de comportamientos, utilización de recursos y mucho más.