La reputada consultora señala que el trabajo remoto creció hasta 76% en comparación a un modesto 29% antes del confinamiento.
Sin duda, nuestra cultura de trabajo ha cambiado, en un 2020 en el cual pasamos la mayor parte del año confinados en nuestros hogares, sin poder ir presencialmente a nuestros lugares de trabajo, tuvimos que mudar nuestra oficina a la casa, trastocando la realidad laboral y la familiar.
Y este 2021, cuando ya nos habíamos acostumbrado al trabajo en casa, un nuevo fenómeno llega a sacudir los cimientos de la realidad laboral y poner a prueba la resiliencia de los negocios: se trata de la oficina «híbrida».
¿Qué es la oficina híbrida?
En muchos países y en contextos empresariales distintos, muchas organizaciones están implementando esquemas de jornada laboral mixta, en la que los colaboradores deben estar presencialmente en sus puestos de trabajo unos días de la semana y otros continúan con sus labores desde sus casas… o desde otro lugar.
Esto implica un nuevo giro de fuerza en la flexibilidad, en la que se puede trabajar unos días presencialmente en las instalaciones de la compañía, atendiendo a todas las medidas de seguridad, junto con jornadas de trabajo remoto.
Principales retos de la oficina híbrida
El esquema de la oficina híbrida ha planteado diversos retos según sus etapas. Inicialmente, la mayoría de los entornos organizacionales dieron un salto para adaptarse al trabajo remoto, enfrentando brechas de implementación y prestando atención a los recursos tecnológicos disponibles. Hoy día los desafíos giran en torno a integrar dos modalidades de forma simultánea, atendiendo las preocupaciones sociales y las necesidades de nuestros colaboradores.
Algunos de los desafíos de la oficina híbrida hoy son:
Rediseño del trabajo:
La flexibilidad y la automatización de procesos y operaciones serán elementos clave para el éxito de la oficina híbrida.
Por ejemplo, la implementación de la Inteligencia Artificial es clave para replantear las estrategias de contacto entre clientes, colaboradores y proveedores, alternativas que antes parecían solo de la ciencia ficción ya son realidad.
Además, se hace imprescindible contar con herramientas, políticas y estrategias que fomenten el trabajo colaborativo y que sean capaces de poner a interactuar a compañeros que estén presencialmente en el mismo espacio y/o separados.
Interacción de los colaboradores:
Tanto de forma presencial como remota hay que garantizar la seguridad de los equipos de trabajo. Esto implica una planificación bastante consciente así como una implementación ordenada y segura, recordemos que se mantiene la situación sanitaria que nos llevó al confinamiento y que, sin lugar a dudas, el entorno empresarial debe seguir avanzando por el bienestar de todos.
En este sentido, el internet de las cosas y los dispositivos de contactless serán grandes aliados porque permitirán controlar el aforo seguro de los lugares, además de pautas de autenticación biométrica.
En el caso de los dispositivos contactless son fundamentales para evitar contagios y, si alguno llegase a suceder, para reconocerlo y aislarlo.
Cuidar la experiencia del colaborador:
La transición hacia el modelo híbrido así como la implementación de medidas de bioseguridad puede generar dudas en el personal, por lo que contar con herramientas como plataformas conversacionales permitirá mantener una experiencia positiva y fluida.
Chatbots y voicebots son herramientas ideales para responder dudas 24/7 a los colaboradores, así como para mantener una fluida y efectiva gestión de Recursos Humanos.
Mantener la integridad de la organización:
Bajo este esquema híbrido es vital mantener el celo y cuidado de la información de la organización. Además, se hace imperativo continuar con estrategias para robustecer y proteger la cultura organizacional, porque si bien puede que los colaboradores estén físicamente dispersos, esto no puede significar que los pilares de la organización se están diluyendo.
Echar mano de la tecnología es imprescindible para mantener a todos los colaboradores comunicados y alineados.
En definitiva, los nuevos modelos de productividad requieren la implementación de herramientas tecnológicas así como del desarrollo de ciertas habilidades. Estamos caminando a pasos agigantados hacia la transformación digital.