Vamos a revisar unas cifras de la empresa Deloitte para ilustrar este planteamiento:
- En enero 2020, 3% de los empleados full time trabajaban de forma remota.
- En abril, ya ese número llegaba a 64%.
- En mayo, 81% de todos los trabajadores del mundo estaban confinados en casa y ¡trabajando de forma remota!
Para poder dar la conectividad necesaria a los colaboradores, las empresas tuvieron que dar el paso definitivo hacia cloud computing y así gozar de la flexibilidad y agilidad a un costo bastante controlado.
El 2021 el año de la nube distribuida
La consultora Gartner sostiene que cada vez más organizaciones apuestan por asentar sus operaciones en la nube distribuida, ¿por qué?
- Reciben los servicios de una nube pública
- Los servicios están dispersos en distintas ubicaciones físicas, propiedad del proveedor.
- Todo el control y la gobernanza dependen del operador de la nube pública.
La confluencia de estas tres razones se resume en una muy poderosa: se reducen los costos.
Después de esta pandemia, las empresas tienen que poner toda su inteligencia en la verdadera optimización de los recursos económicos, por lo que echar mano de la nube distribuida es una gran idea.
Además, surge con fuerza el tema de la seguridad. El estrés al que se someten los centros de procesamiento de datos cuando cientos (o Miles y hasta millones) de usuarios tienen que conectarse desde ubicaciones dispersas puede abrir brechas que signifiquen una vulnerabilidad.
En cambio, la nube ofrece una robusta seguridad tanto de los equipos como de los datos, a un coste bastante módico.
La sinergia con el edge computing
La nube distribuida compagina a la perfección con el edge computing gracias a los cuales los usuarios gozarán de lo mejor de los dos mundos, es decir del modelo centralizado y del descentralizado.
Esto se debe a que el edge computing permite:
- Disminuir la latencia.
- Acercar la gestión y análisis de datos al sitio donde se generan.
- Descargar redes de impresionante volumen de tráfico.
- Otorgar autonomía a los dispositivos conectados
- Ofrecer mayor seguridad y privacidad porque la información se analiza donde se produce.
Es tal el auge de este tipo de tecnología, que Gartner proyecta que en 2022 (tan solo dentro de unos meses) más de la mitad de los datos que las empresas generan lo harán fuera de su centro de datos o de la nube.
Una estrategia de implementación
Las empresas que quieren trabajar con la nube distribuida, o con cualquier tipo de nube, deben diseñar una estrategia de implementación bien pensada y alineada a las necesidades del negocio.
Otro aspecto a considerar es que todas las unidades deben trabajar de la mano para que la implementación sea fluida y efectiva, ya que amerita hasta un cambio cultural, pues estamos hablando de la transformación hacia una mayor digitalización.