Los ecosistemas empresariales tienen que ser flexibles, rápidos, ágiles para poder acompañar las continuas demandas de los clientes y así tener los resultados de negocios que los directivos esperan.
Esto pone en el tapete un reto: contar con una arquitectura IT mínima viable que permita tener la velocidad necesaria al mismo tiempo que se genera el conocimiento estratégico necesario para mejorar la relación de valor comercial a largo plazo.
Suena complicado, ¡pero ya es posible! En este artículo te vamos a explicar algunos pasos que los CIO más importantes están ejecutando.
El arquitectura empresarial: Siempre muy cerca del negocio
El arquitecto empresarial tiene que tener continua y estrecha comunicación con los líderes del negocio, es la única manera de conocer sus necesidades, entender sus requerimientos y descifrar dónde una arquitectura mínima viable puede marcar la diferencia para alcanzar las metas.
Además del claro propósito de la consecución de metas del negocio, en la medida que el arquitecto empresarial trabaje en sintonía con los demás líderes, en vez de estar encerrado en su silo, será mucho más fácil establecer puentes de confianza para entablar conversaciones a futuro sobre la importancia de hacer determinadas inversiones en materia de TI.
Es, en definitiva, una relación de sinergia perfecta.
Ir a lo concreto en la arquitectura TI, sin burocracia
Cuando los líderes del negocio saben que se está realizando un proyecto de EA… ¡tienen temor! Saben que la manera tradicional de abordaje es someterse a eternos cuestionarios, reuniones extensas de alineación, entrevistas interminables que luego se plasman en pliegos incomprensibles para los demás mortales y que termina resultando en ese elefante que hablábamos al principio.
Los procesos son claves en una arquitectura empresarial
En busca de una EA mínima viable, los arquitectos empresariales se están concentrando en el corazón del proceso: cómo el líder de negocio imagina el producto final de EA, cómo lo quiere, con total detalle.
Y eso es el trabajo que se va a hacer; construir un modelo de EA mínimo viable que viene directamente del lado del cliente, por lo que se minimizan errores y se facilita la toma de decisiones porque desde la fase 0 están contemplados los requerimientos mínimos necesarios.
Además, se garantiza una alta tasa de adopción de usuarios así como un importante insumo de lecciones aprendidas durante el proceso que disminuyen los costos asociados a los continuos eventos de soporte.
Alcance de la arquitectura TI: Todo en su justa medida
Otro desafío del arquitecto empresarial es definir el alcance.
Si el proyecto de EA mínima viable tiene un rango de acción demasiado amplio, va a quedar desactualizado incluso antes de su lanzamiento. Lo que significa que entregará resultados muy tarde para satisfacer las necesidades y adicionalmente va a dificultar que en un futuro los líderes del negocio estén dispuestos a financiar asuntos de TI.
En el caso que el alcance sea realmente reducido no va a ofrecer una visión integral aterrizada del binomio tecnología/negocio, por lo que no aportará un valor real.
¿Cuál es la fórmula mágica para determinar el alcance perfecto? Centrarse en:
- Opción A: Un punto débil del negocio,
- Opción B: Una aplicación necesaria
- Opción C: Un área donde los requisitos mutan frecuentemente para dar respuesta a los clientes.
En definitiva, los CIO recomiendan que el alcance perfecto de EA es el que permite tener la menor cantidad de entregables, modelos de referencia y puntos de vista; de tal forma que se pueda garantizar la entrega oportuna y que sea una verdadera solución.
Cumplir las normas en un esquema de EA
Reza el principio que hay que crear la solución más simple posible, sin demasiada ingeniería y que permita la máxima reutilización de todo lo que ya está disponible en la organización.
En un esquema de EA mínimo viable hay que echar mano de los principios de diseño, como una especie de “libro de jugadas listas para usar”. Eso sí, sin que esto implique es una camisa de fuerza que resta espacio a la innovación.
Empezar. Siempre empezar: ten un Arquitecto Empresarial Líder
Todo en la vida tiene un inicio, designar un Arquitecto Empresarial líder puede ser la piedra fundacional para desarrollar una EA mínima viable que impulse, de una vez por todas, al negocio.
Comenzar por un balance del estado de las cosas también puede ser un buen punto de partida. Preguntarse: ¿por qué tenemos 6 aplicativos para hacer el mismo proceso?, por ejemplo.
La clave está en empezar. Dejar el proyecto de EA para el futuro puede implicar un estancamiento, y por qué no, hasta un posible quiebre del negocio.
¿Cuándo es el mejor momento para arrancar? ¡Ahora!