1) Liderazgo: dirigir pensando siempre en el equipo
El técnico de la Selección de Croacia, Zlatko Dalic, expulsó del equipo al jugador Nikola Kalinic, quien se negó a entrar al partido contra Nigeria faltando 5 minutos para que terminara.
Y aunque era un jugador importante, lo dejó al margen y terminó llegando a la final. Este es un mensaje sobre lealtad y compromiso, en donde las decisiones de un líder, siempre deben ir canalizadas hacia el bien del colectivo.
2) Trabajo en equipo: de la teoría a la práctica
Un claro ejemplo de trabajo en equipo fue la Selección de Perú, que aunque ya había realizado entrenamientos y partidos de preparación para el mundial de fútbol, integró a Paolo Guerrero (estaba suspendido por la FIFA) unos días antes del inicio de este. El equipo se reacomodó para incorporarlo al juego y salir adelante juntos.
Así se debería trabajar en las organizaciones, dándole a cada colaborador una responsabilidad importante dentro de la estrategia y dejando claro que solo es posible obtener resultados efectivos si cada uno da lo mejor de sí, sin rivalidades y aprendiendo uno del otro durante el proceso.
El equipo y por supuesto, su buen funcionamiento, es el activo más importante.
3) Respeto por el otro: ningún contendiente es pequeño
Los resultados del mundial 2018 fueron sorpresivos, equipos como Japón que ante los ojos de muchos no prometían una actuación relevante, sorprendieron con su técnica y demostraron que ningún rival es pequeño.
Lo anterior no solo sucede en el fútbol, aplica también para el ámbito laboral, en el que se debe promover el respeto por el otro y sus diferencias.
4) Planificación estratégica: el éxito no es cuestión de suerte
Un equipo de trabajo necesita planear para llegar lejos, y aunque en este caso, México solo llegó a los octavos de final, sorprendió ganándole a Alemania en 2018
Según su técnico Juan Carlos Osorio, aquel partido se planeó durante seis meses con diversos tipos de formación y de juegos, lo que les permitió llevarse la victoria y entender que más allá de las habilidades de cada uno, una buena planificación permite estar preparados para cualquier situación.
5) Orgullo de equipo en lugar de egos individuales: el equipo sobre el individuo.
Mientras que algunos equipos se apoyan en la pericia de un único jugador estrella, España destacó en 2010 por transmitir la sensación no sólo de que todos los jugadores eran importantes, sino de que ninguno era imprescindible.
Las empresas harían bien en recordar que el trabajo en equipo y el orgullo corporativo son esenciales para el éxito.
6) Equilibrio entre juventud y experiencia: en el balance está el éxito.
El equipo español, con una edad media de 26 años, contaba en 2010 con la mezcla perfecta de talento juvenil y experiencia. Los equipos que se fían demasiado de la juventud a menudo carecen de la experiencia que necesitan para prosperar. Por otra parte, los equipos más veteranos (como el equipo italiano de 2010) pueden no ser capaces de afrontar las exigencias físicas del torneo.
Para las empresas, un equipo equilibrado permite un rejuvenecimiento constante, asegura la transferencia de conocimientos de los séniors a los juniors y aprovecha tanto la impetuosidad juvenil como la sabiduría que conlleva la edad.
7) Liderazgo sólido: el triunfo empieza con la toma de sabias decisiones.
Una parte esencial del éxito de España fue su entrenador, Vicente del Bosque, quien, a sus 60 años, aportó discreción, calma y paciencia.
Las empresas, como los equipos, a menudo sufren por culpa de una ausencia de liderazgo fuerte. Tal vez uno de los retos de este siglo pase por encontrar líderes con talento dispuestos a romper con las prácticas tradicionales de los directivos de más larga trayectoria.
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